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miércoles, 18 de mayo de 2011

22 de mayo a la vista

El tiempo corre y ya estamos en el tramo final de esta carrera hacia las urnas. A poco menos de 72 horas para el cierre de la campaña electoral, la cosa, podemos decir, está que arde.

OroZPo ha salido a la calle como nunca, buscando enamorar a es@s vecin@s que ya no creen en él ni en su palabrería. No quiere hablar de política nacional y encambio se le llena la boca de descalificaciones hacia Feijoo y la Xunta de Galicia. ¿Cómo se llama eso? Prefiero no decirlo.

Saca un folleto con sus teóricos logros durante doce años; un folleto con maquetas de futuros proyectos y también obras realizadas por otras administraciones. ¿Querrá así justificar los 1.100 millones de euros que ha tenido en sus manos?

Durante esta campaña nos deleita con sus palabras vacías y con un trenecito (será el AVE de Pepiño) e hinchables para l@s niñ@s. Pero lo máximo será la paella fin de campaña que ofrece para llenar su mitín, mientras tiene listas de espera en los Servicios Sociales esperando por necesidades de primer orden.

¿Este es el alcalde que queremos?

Por otro lado tenemos a Antón Bao, ese que durante cuatro años en la Diputación se olvidó de su teoría en favor de la desaparación de esta administración. Posiblemente por qué tuvo un buen cargo y buen sueldo, él y sus asesores.

Este político que hace llamarse nacionalista y defensor de las injusticias, ha repartido dinero de la Diputación en forma de subvenciones pensando única y exclusivamente en el 22 de mayo, ya que sabiendo que el sillón del Palacion de San Marcos está perdido, tenía que asegurarse un resultado mediocre, pero posiblemente suficiente, para compartir liderazgo con OroZPo.

La política es tan injusta que permite tomar decisiones, y jugar con el dinero de todos y todas los ciudadanos y ciudadanas, a la fuerza política con menor representación. Decir menor representación, quiere decir que, a pesar de creerse los grandes defensores de Galicia y la cultura gallega, son los menos votados y, por lo tanto, los que menos convencen al alectorado.

Bao está haciendo lo imposible por mantener los sufragios necesarios para acorralar a OroZPo y también impedir que el PP llegue al gobierno municipal.

Decir Jaime Castiñeira es decir credibilidad, trabajo, compromiso y equipo. Merece conseguir la alcaldía porque es un político de los pies a la cabeza, y que no ofrece nada más que aquello que cree será capaz de hacer.

Se ha rodeado de un equipo joven, preparado, con ilusión y ganas de trabajar por Lugo.

Las encuestas deparan un nuevo tiempo en Lugo. La ciudadanía quiere cambio y se percibe cada día que pasa.

Me atrevo a vaticinar que Jaime Castiñeira conseguirá 13 concejales. Los doce restantes que se los repartan el bipartito opositor como quieran.

Lo dicho, Lugo Quiere.